Del Secretario de Directorio al Secretario de Gobierno Corporativo: un nuevo paradigma en las Pymes

Por Abog. Laura Poletti y Abog. Jesica Chavero.

En el pasado, el secretario de directorio era percibido principalmente como un funcionario técnico, responsable de convocatorias, actas y documentación formal. Hoy, sin embargo, la evolución de la gobernanza corporativa exige una figura mucho más estratégica: el Secretario de Gobierno Corporativo.

Este rol trasciende la función administrativa. Se trata de un profesional ético, confiable y transversal, capaz de comprender la dinámica del negocio, interpretar la estrategia, canalizar información relevante y tender puentes entre el directorio, los accionistas y los distintos grupos de interés (stakeholders).

  1. Un nuevo liderazgo desde la confianza

El secretario corporativo se consolida como un líder silencioso pero esencial. Inspira confianza, garantiza el cumplimiento normativo, y sostiene los valores de transparencia y ética que hoy diferencian a las organizaciones sostenibles.
No solo custodia documentos: cuida el vínculo entre las personas, las decisiones y la reputación de la empresa. Su cercanía con el directorio le otorga una mirada privilegiada para detectar riesgos, anticipar conflictos y colaborar activamente con las áreas de compliance y auditoría interna.

  1. Su rol estratégico en el directorio

Un directorio que elige tener un secretario corporativo demuestra madurez institucional. No se trata solo de delegar tareas formales, sino de profesionalizar la gestión y el gobierno.
El secretario corporativo:

  • Asesora en la elaboración del orden del día y la priorización de temas críticos.
  • Asegura la trazabilidad de la información y la correcta documentación de las decisiones.
  • Facilita la comunicación entre directores, gerentes y accionistas.
  • Garantiza el cumplimiento de plazos legales y regulatorios, incluyendo las presentaciones ante la CNV o los Mercados donde la empresa cotiza.

Su posición jerárquica debe permitirle rendir cuentas al directorio, pero con autonomía y criterio propio, generando equilibrio entre la gestión operativa y el control institucional.

  1. Gobernanza en acción: los primeros pasos para las Pymes

En las pequeñas y medianas empresas, incorporar esta figura puede ser el punto de partida hacia una gobernanza sólida. Los pasos iniciales incluyen:

  1. Diseñar un calendario de reuniones y asambleas que asegure la previsibilidad y orden institucional.
  2. Definir reglas de funcionamiento interno y canales formales de comunicación con los accionistas.
  3. Elaborar actas claras y completas, que registren decisiones, responsabilidades y seguimiento.
  4. Fortalecer la cultura de cumplimiento, integrando la función del secretario con el área contable, legal y de compliance.
  5. Promover la formación del directorio, porque el liderazgo ético y consciente nace de quienes ocupan la mesa de decisión.
  1. Directorios conscientes y accionistas que agregan valor

Un directorio que incorpora buenas prácticas de gobierno no solo cumple la ley: eleva su estándar de gestión.

El secretario de gobierno corporativo se convierte así en un socio estratégico del liderazgo, acompañando la evolución cultural de la empresa hacia una organización más transparente, previsible y abierta al financiamiento y al crecimiento sostenible.

La gobernanza, entendida como el arte de tomar decisiones con integridad y propósito, empieza en los gestos: en cómo se comunica, cómo se documenta, cómo se escucha y cómo se construye confianza.
Ese es el verdadero valor que el Secretario de Gobierno Corporativo aporta al futuro de las Pymes argentinas, constituyéndose así en una figura trasversal, dinámica y de relevancia para  toda empresa.