Transformando la Práctica Jurídica: Servicios Legales.
En estos últimos diez años hemos vivido un cambio trascendental en la práctica jurídica, que post pandemia se ha intensificado. Hay una mayor cantidad de Estudios y Profesionales de Especialidad, con presencia en Redes Sociales, hablando de temas jurídicos sobre los que prestan sus servicios, implementan tecnologías, se asocian. Nos preguntamos, que es eso que nutre de manera eficaz y eficiente esta nueva forma de comunicación y que es lo que nos puede hacer distintivas en el servicio.
Si hacemos un stop, desde la persona humana, ejerciendo liberalmente la Abogacía, y dada la conceptualización tributaria, al profesional del derecho se lo considera una una Pyme, y que en múltiples situaciones elabora de manera colaborativa con colegas y otros profesionales, estrategias.
Y estas nuevas formas comienzan a desafiarnos, cómo adaptar y potenciar nuestros Estudios/ Empresas a partir de las nuevas tecnologías, los cambios que más veloces y los objetivos a cumplir con la sociedad en ese compromiso cada día más consciente.
Entonces hoy, venimos a proponerles hacer una puesta en común, pensarnos y rediseñarnos, para mejorar nuestra propia máquina interna, fortalecernos desde nuestro interior como prestadores de servicios, y en el modo de hacer y ejercer profesional. De este modo, nos parece acorde este ámbito de derecho económico, comercial, en el que se habla y piensan las empresas, darle espacio a nuestros estudios puertas adentro, a los servicios jurídicos que brindamos y de ser más eficientes y eficaces al acompañar la vida de las personas y empresas, disfrutando esa pasión en el hacer.
Nuestro propósito es que la sociedad recupere la confianza en abogados y abogadas. Y esto nos lleva a transparentar aún mas el modo que elegimos prestar nuestros servicios, cómo nos organizamos internamente en una empresa.
Introducción
Hemos trabajado en Jornadas Preparatorias altamente ricas con el contexto de la Empresa como eje fundamental, entonces cómo podemos llevar adelante un salto de calidad, atendiendo a toda la tecnología con la que convivimos y mejoramos cada día, y que seamos los propios operadores jurídicos, los buffets o estudios, los que nos transformemos en una “Empresa de Servicios Jurídicos” en todos los ámbitos y no sólo desde la consideración tributaria. Con la mirada desde una gran ciudad, y desde el interior del interior de Argentina, sabiendo cual ha sido la base de nuestra profesión liberal independiente en la mayoría de las situaciones, esto es montar un estudio con su formato especial, con un abogado o abogada como líder o en equipo en algunos casos; Ahora, es el pensarnos como empresa. Somos Empresa, y podemos conformar una sociedad.
Este es un tema que en las ciudades más grandes del país está mejor resuelto o transparentado en los Estudios Corporativos, y puede darnos luz esta experiencia y reflejar para el interior esa mirada 360, con miras a la sostenibilidad y el crecimiento fructífero de nuestra Abogacía.
En el ámbito legal, donde en particular la tradición y la rigidez han sido pilares fundamentales, la adopción de una mentalidad empresarial está demostrando ser un impulso para la innovación y el crecimiento sostenible.
¿Nos animamos a dar un salto hacia el futuro y convertirnos en una auténtica empresa de servicios legales?
En este trabajo pretendemos explorar y abrazar esta mentalidad, que puede revolucionar la forma en que brindamos asesoramiento legal.
I. Definiendo la Transformación: De Estudio a Empresa:
El Estudio Jurídico Tradicional: La Definición que proponemos es a fines figurativos y para identificarnos hoy y ver a donde aspiramos llegar. Podríamos decir que un estudio jurídico tradicional es una entidad compuesta principalmente por profesionales de la abogacía, que ofrecen asesoramiento legal y representación a sus clientes. Generalmente, opera en una estructura más pequeña y suele centrarse en áreas específicas del derecho, sabemos cada día la necesaria especialidad que se nos requiere y lo que además, ha llevado a que necesariamente ampliemos a una labor con profesionales especialistas que conviven dentro o están fuera del propio estudio. Suelen ser pequeños en tamaño, con un grupo limitado de profesionales y personal de apoyo. Existe una relación cercana entre profesionales y clientes, lo que permite un trato más personalizado. Tienen mayor autonomía y toma de decisiones independientes, y su presencia es local o a lo sumo regional.
La Empresa de Servicios Jurídicos: Aquí proponemos una Definición preliminar, como aquella entidad que brinda una amplia gama de servicios legales, relacionados con la gestión a nivel corporativo, empresarial, comercial, familiar y de las personas en general. Puede involucrar a profesionales del derecho y también, incluir otras disciplinas, profesionales y especialistas en gestión.
II. El Desafío de la Innovación en el Sector Legal y algunas ventajas a destacar:
El campo legal ha estado arraigado en la tradición y la formalidad durante mucho tiempo y sin dudas nos da bases sólidas para poder repensarnos a partir de allí. Sin embargo, el mundo que nos rodea cambia rápidamente, y nuestras soluciones legales deben adaptarse igualmente rápido. La mentalidad empresarial es contagiosa y muy rica para que la tomemos de ejemplo y práctica, implica un enfoque proactivo y orientado al cambio, permitiéndonos estar a la vanguardia de las tendencias legales y tecnológicas. Al adoptar esta mentalidad como metodología y hábito, podemos explorar nuevas formas de abordar casos, integrar la tecnología para una mayor eficiencia y, anticiparnos a las necesidades cambiantes de nuestros clientes.
- La Sinergia entre Emprendimiento y Derecho:
Esa mentalidad empresarial, como nos gusta denominarla, no se limita solo a personas emprendedoras tradicionales. En el ámbito legal, podemos aplicar los principios empresariales para brindar un mayor valor a clientes y al mismo tiempo fortalecer nuestro propio negocio. Al adoptar una perspectiva de empresa, podemos identificar oportunidades de nicho, crear soluciones personalizadas y ofrecer un espectro más amplio de servicios legales, lo que, a su vez, se traduce en un crecimiento sostenible y una mayor satisfacción del cliente.
- Clientes como Socios y Socias Estratégicos:
La mentalidad empresarial cambia la relación profesional y clientes. Más allá de ser prestadores de servicios legales, nos convertimos en socios o socias estratégicos en el éxito de quienes confían en nuestros servicios. Escuchamos atentamente sus necesidades, comprendemos sus desafíos y co-creamos soluciones que no solo resuelvan sus problemas legales o dolores jurídicos, sino que también coadyuben alcanzar sus objetivos comerciales y personales. Esta mentalidad centrada en clientes fomenta relaciones más sólidas, que también nos permiten descubrir nuevas áreas de colaboración y crecimiento mutuo.
- La Importancia de la Innovación Continua:
El mundo empresarial nos enseña que la innovación y mejora continua son la clave para transformarnos en sostenibles y sustentables, crear valor y cumplir ese rol esencial.
Esto mismo, desde nuestro punto de vista, aplica absolutamente al ámbito legal, ampliándonos exponencialmente. La mentalidad empresarial nos empuja constantemente a buscar nuevas formas de hacer las cosas, a cuestionar el statu quo y a encontrar soluciones más eficientes y efectivas. Al abrazar esta cultura de innovación nos posicionamos como líderes en el campo legal, siendo agentes de cambio, y establecemos un estándar más alto para el sector productivo en su conjunto. Imaginemos puertas adentro de nuestro estudio diseñando un plan de servicios, encontrando nuestro nicho de mercado, planificando con solidez, con objetivos claros, estrategias de comunicación, construcción de marca, diferenciación de servicios, segmentación de clientes y proyecciones financieras.
Claro está que hay cuestiones fundacionales, fundamentales y que debemos proteger por sobre todo, y es el marco de Confidencialidad, Secreto Profesional en los Servicios: La ética en el modo de ejercer y la responsabilidad de administrar la información de nuestros clientes, pilares fundamentales para que la sociedad recupere la confianza en los abogados y abogadas.
Aquí se nos suma otra definición, que al decir de Eduardo Favier Dubois y Anaya (https://favierduboisspagnolo.com/trabajos-de-doctrina/las-sociedades-de-profesionales-y-su-organizacion-como-sociedades-de-medios-con-actuacion-externa/), cuando aludimos a Profesionales: se hace “referencia a aquellos sujetos que poseen un “título”, que los habilita para el ejercicio de una profesión y, al mismo tiempo, que se encuentran “matriculados” en un colegio o entidad que tiene a su cargo fijar y controlar las reglas del oficio, o sea a las “profesiones libres”.
- Habilidades Blandas y “Salir de la Caja”
¿Qué hace que un abogado o abogada sea verdaderamente excepcional? Si bien el conocimiento jurídico es fundamental, las habilidades blandas son igualmente esenciales para triunfar en el mundo legal y prestar servicios jurídicos de calidad. En esta ponencia, exploraremos también cómo las habilidades blandas pueden revolucionar la forma en que nos relacionamos con los clientes, colaboradores y colegas, y cómo podemos fomentar su desarrollo para impulsar el éxito profesional y el crecimiento del estudio jurídico. En un mundo legal cada vez más conectado, las habilidades blandas son la clave para diferenciarse en un mercado competitivo. Más allá de las leyes y los códigos, sus interpretaciones y especialidades, las habilidades de comunicación, empatía, negociación, armado de equipos y liderazgo, son fundamentales para establecer relaciones duraderas y exitosas con los clientes y otros profesionales.
Podemos destacar, entre otras, la comunicación efectiva, esa capacidad de comunicarse de manera clara y persuasiva, que es vital para presentar argumentos sólidos y comprender las necesidades de clientes. La Empatía y Escucha Activa: que nos permiten comprender los dolores jurídicos, preocupaciones de los clientes, y que sientan comprensión. La Negociación, que si bien es muy trabajada en nuestro ámbito aun necesitamos profundizar esta habilidad para negociar con astucia y encontrar soluciones mutuamente beneficiosas en la resolución de disputas. Quienes suscribimos la presente nos enrolamos en esa Negociación Colaborativa, que hace un nuevo modo de ver el Derecho y su rol en el logro de la Paz Social.
Si estamos hablando de una empresa o emprender este nuevo modo de ejercer, el Liderazgo y trabajo en equipo: esa capacidad de liderar equipos y proyectos, inspirar confianza y tomar decisiones informadas es fundamental para nuestro ámbito, recordemos también que una de las nuevas maneras de laborar, dentro o fuera de empresas, es con la participación en proyectos en el marco del Managment Legal o Legal Operations, donde estas habilidades son condición necesaria.
Las llamadas “habilidades blandas” son el secreto mejor guardado para el éxito en la profesión legal. Al desarrollar estas competencias, podemos marcar una diferencia real en la vida de nuestros clientes, la empresa de servicios, nuestro estudio jurídico y la propia carrera. A medida que fomentamos su desarrollo y aplicación, estamos dando paso a una nueva generación de profesionales del derecho que no solo conocen de leyes, su interpretación o mejor modo de hacerlas valer, sino que también saben cómo comunicar, negociar y liderar con maestría.
- Pasar a la Acción.
Aquí es fundamental, luego de darnos el tiempo de hacernos las preguntas claves (que abogacía queremos ejercer?, que valor agregamos a nuestros clientes?), pasar a la ejecución y poner en marcha un plan.
Tanto en mentorías para quienes inician la profesión, como para quienes necesitan redefinirse en el ejercer profesional, es viable un esquema a medida, que eventualmente dependerá del estatus actual y las proyecciones a las que queremos llegar.
En breves líneas dejamos ideas disparadoras de esta puesta en marcha, antes de adentrar en el mundo del análisis jurídico de la Empresa de Servicios y su alcance.
Etapa 1: Hacer un stop y las 3 P como me gusta llamarlas, Pensar, Planificar y Preparar (2-3 meses)
Etapa 2: Implementación y Lanzamiento (4-6 meses)
Etapa 3: Crecimiento y Consolidación (6-12 meses)
Recordemos que cada etapa y tarea requerirán una planificación detallada y una ejecución cuidadosa. Documentar el proceso y el razonamiento detrás de las decisiones tomadas utilizando el árbol de decisiones puede ser una valiosa herramienta, que además nos permita una comunicación transparentemente con los clientes y el equipo sobre cómo se toman estas decisiones. Este método que propongo puede variar según las circunstancias y recursos con los que contemos.
Y aquí, para terminar con esta etapa, es importante otra habilidad: el mantener una mentalidad flexible y que adapta estrategias según las necesidades cambiantes del entorno.
Valernos de asesores o de la experiencia de otros profesionales, siempre suma, sea en ámbitos legales, financieros y de negocios y también, puede ser muy útil al proceso de transformación, que nuestras propias empresas clientes lo vivan con en nuestro propio andar. Será que la empresa de servicios jurídicos puede ser multidisciplinaria?. Claro que sí, nos alineamos en esta perspectiva.
III. Desafíos y Consideraciones Legales. Romper mitos.
¿Nos animamos a hablar sobre nuestra propia Organización?
Ahora pasamos a los desafíos legales y regulatorios que pueden surgir al transformar el estudio en una empresa y, la naturaleza de esta empresa de servicios jurídicos, que tiene sus características especiales.
Y en la práctica del ejercicio del derecho y de las profesiones liberales, contamos con historia y antecedentes doctrinarios y jurisprudenciales valiosos antes de la reforma del CCC en 2015. Por ello entendemos que los momentos actuales nos invitan a abordar cuestiones sobre el modo de ejercer, el asociarnos (clave por las especialidades, la necesaria co creación de estrategias y la multiplicidad de situaciones o dolores jurídicos que se presentan hoy en día y permitido ya desde nuestra Carta Magna en el art. 14 y la libertad de asociarse con fines útiles), y de llevar adelante la publicidad de los servicios, saber analizar la real competencia, trabajar cada día en la protección de datos y la confidencialidad fundacional de nuestro hacer.
Necesitamos profundizar esquemas y ser creativos, para poder llevar adelante esa empresa que nos posiciona a la altura de lo que la sociedad requiere y utilizar el tipo y formato que sea más acorde a nuestra empresa de servicios legales.
En Argentina ha habido debates en relación con la posibilidad de que abogados y abogadas se asocien en sociedades de profesionales y aun en interprofesionales.
En este trabajo, queremos hacer énfasis que sí, hoy contamos con normas más claras aun.
Un primer diseño legal, impositivo y organizado es el Estudio o “Empresa Unipersonal”, liderado por profesional de la abogacía de manera individual e independiente. Allí podremos contar con colaboradores en el marco de la Ley de Contrato de Trabajo y elegir asociarnos para casos puntuales con colegas. Y para el organismo impositivo, ser considerados una Pyme (pequeña o mediana empresa según su caracterización y sabiendo que en derecho no tenemos una definición de empresa y que es un concepto que no nos es fácil definirlo desde un solo lugar, dada esa multifacética organización de factores productivos y todas sus repercusiones que puede englobar una empresa).
Asimismo hoy contamos con el articulo 320 del Código Civil y Comercial, por el que se obliga a llevar contabilidad todas las personas jurídicas y a quienes realizan una “actividad económica organizada” o son titulares de una empresa o establecimiento comercial, industrial, agropecuario o de “servicios”.
Luego del citado trabajo de Favier Dubois que trataba los diversos modos de asociarse, colaborar y diagramar los servicios cocreando, y que data de antes de la reforma de 2015, ya se nos proporcionaba fundamentos y herramientas.
Ahora ¿cómo encuadramos la actividad profesional de la abogacía con el Código vigente desde 2015?.
- Puntos distintivos del ejercicio de la Abogacía
Nosotras entendemos que prestamos servicios jurídicos bajo normas de colegiación y las éticas del ejercicio profesional, de eso no hay dudas. Nuestra labor es un servicio profesional con los deberes de profesionalismo, deber de confidencialidad y ética que la actividad requiere. Cumplimos con contrato y tenemos para con clientes, un compromiso que se traduce en una obligación de medios y no de resultados.
Nos diferenciamos de la diligencia y lealtad del “buen hombre o buena mujer de negocios” definido en el ámbito comercial, ya que parecería que el deber de ejercicio profesional aun va más allá.
Ya hemos debatido en estos ámbitos sobre el comerciante, si es que es un concepto obsoleto o se mantiene, y consideramos que literalmente podríamos asimilar nuestro rol profesional con el del empresario administrador de una sociedad comercial strictu sensu.
También necesitamos hacer mención al fin de lucro, y si el mismo existe en el ejercicio profesional y en consecuencia las características del honorario y su carácter alimentario de los honorarios, aunque existan los estudios organizados económica y comercialmente como empresas.
Contamos también con los Art. 104, 234 y 235 de la Ley de Concursos y Quiebras, que habilita ejercicio de tareas profesionales cuando el fallido es profesional, pues la quiebra no podría vedar el carácter alimentario de sus ingresos por honorarios.
- Las formas Asociativas y en Colaboración
Si elegimos diseñar y operar en el emprendimiento con más profesionales de la abogacía, o de otras ramas afines vinculadas, sin dudas podríamos encuadrar como actividades civiles o al encuadrarlo comerciales no hay dudas es que estamos facultadas a celebrar contratos de colaboración, cooperación, participación y también conformar una sociedad conforme el art. 1 LGS y la Sección IV de la misma norma, y también elegir alguno de los tipos societarios e incluso su inscripción en IGJ (art. 57 Res. 7/2015), entonces ¿ de qué modo nos sería más eficiente, rentable, en pos de un mejor servicio profesional? Será cuestión de analizar nuestro contexto, generar vínculos para colaborar y llevar adelante el emprendimiento o empresa, con esa mentalidad que hoy es necesaria.
- Responsabilidad
En nuestro trabajo, bajo ningún punto de vista pretendemos una disminución de la responsabilidad o limitación, ya que no hay dudas de que la responsabilidad profesional es mancomunada por el propio ejercicio profesional, e ilimitada en sus efectos.
Además, recordemos que no se nos incluye como proveedores en el art. 2 de Ley de Defensa de Consumidores (aunque si por la publicidad que se haga de los servicios).
Sería distinto si lo que ofrecemos son productos vinculados a alternativas legales de solución, vinculadas a tecnología legal, servicios jurídicos vinculados a proyectos informáticos o bien, soluciones a empresas que requieran productos o programas desarrollados en entornos seguros, para su área jurídica, allí no cabe dudas, los tipos societarios vigentes en la ley general de sociedades y especiales como SAS, podrían aplicar perfectamente. Seguramente en estos proyectos o empresas, seriamos socios en una sociedad comercial y allí no habría inconveniente alguno en la conformación de algunos de los tipos societarios regulados y no lo haríamos como profesionales en el ejercicio liberal.
Conclusión
La realidad hoy, es que estamos económicamente organizados, prestamos servicios mediante una obligación de medios, y las consecuencias son evaluadas por la Justicia Civil (cuando hay competencia distintiva entre Civil y Comercial como sucede en algunas Provincias), y también nos rigen las normas de ejercicio profesional mediante la Colegiatura.
Como pensarnos para brindar transparencia, y ser eficientes? , debatir nuestro propio sistema de organización, ¿podría hacer esto más confiable en el esquema de transparencia? Y ser ese ejemplo o “Talk The Walk” (Caminar el discurso) del que nos habla Tim Robbins, siendo voz de eso mismo que transitamos desde nuestro lugar, asesorando clientes que son empresa o pretenden serlo.
Ya Eduardo Favier Dubois nos había dejado el camino analizado, citando fallos y doctrina valiosos antes de la reforma. Las normas vigentes hoy, dan razón a su análisis y conclusiones proactivas innovadoras hace varios años atrás. Sin lugar a dudas es esta una invitación a retomar todas las herramientas con las que contamos ya de manera indiscutida, diagramar una Abogacía distintiva, Innovadora, transparente desde cada rincón y que aprendamos del sector empresarial, darnos el espacio de discusión y que marquemos la diferencia, mostrando calidad y transparencia en nuestra propia organización interna, con claras incumbencias profesionales.